"Los 12 protagonistas que transformaron Cataluña en 2023"
El año 2024 señala un punto de inflexión en la política catalana de la última década: la llegada a la Generalitat del socialista Salvador Illa ha marcado un antes y un después en el procés, obligando a los demás partidos a reaccionar, incluso si solo es para reinstaurar a sus líderes, como ha hecho Esquerra con Oriol Junqueras. Illa se compromete con el impulso económico de Cataluña, que ha quedado rezagada frente a Madrid, una aspiración en la que figuras del ámbito empresarial, como Ángel Simón, quien fue nombrado consejero delegado de CriteriaCaixa a principios de año, tienen mucho que aportar. Con el independentismo despojado de su estatus privilegiado, la cuestión de la vivienda se ha erigido como el principal reto de la sociedad catalana, lo que quedó evidenciado durante la manifestación por la subida de los alquileres liderada por la joven activista Carmen Arcarazo. Además, 2024 ha sido también el año en que los jóvenes han dado pasos significativos. En el ámbito deportivo, el futbolista Lamine Yamal se consagró campeón de Europa a los 17 años y la waterpolista Paula Leitón ha impartido una lección de vida a sus 24. En el terreno cultural, Mushka ha llenado salas de conciertos a los 20 años y Berta Prieto ha revolucionado el panorama creativo con tan solo 26, en un año que ha catapultado aún más a dos grandes figuras: el actor Eduard Fernández, memorable en dos papeles, y la periodista Àngels Barceló, que ha cosechado casi todos los premios posibles.
Tras una travesía en el desierto de 14 años, el PSC conquistó en verano la presidencia de la Generalitat de la mano de Salvador Illa, el exministro que irrumpió en la primera línea de la política catalana en 2021 después de dirigir la lucha contra la covid. Licenciado en filosofía, exalxalde de La Roca del Vallès y primer secretario del PSC, Illa, de 58 años, se impuso por segunda vez en las elecciones autonómicas y, esta vez sí, tomó posesión del cargo en agosto tras una larguísima negociación con los comunes y Esquerra, sus socios de investidura.
Bajo el lema de la “revolución de la normalidad” y la idea de extender el principio de la “solidaridad compartida”, Illa se ha propuesto gobernar con tranquilidad y sin estridencias con la mirada puesta en mejorar los servicios públicos en Cataluña y en ejecutar el modelo de financiación singular pactada con los republicanos. El punto estrella del acuerdo se basa en que la Agencia Tributaria de Catalunya recaude en 2026 el IRPF. Illa gobierna en minoría y el éxito de su mandato se medirá en buena parte en cómo se concreta esa nueva financiación.